Últimamente se habla mucho de trabajar desde casa. Llevo 2 años siendo consultor por mi cuenta, y esta es mi experiencia como autónomo del "home office".
Contexto
Uno de los motivos que me hizo querer ser autónomo, era lo mal que me sentaba la rutina de ir siempre a la misma oficina, a las mismas horas, con las mismas personas... Si tuviera que ponerle palabras, dirÃa saturación, cansancio y aburrimiento.
Sin embargo, los dÃas que podÃa trabajar desde casa, eran una bendición. TenÃa mi espacio, mi organización, y podrÃa trabajar prácticamente sin barreras.
CASA Y AUTÓNOMO
Los primeros dÃas/meses, me parecÃa todo muy guay. PodÃa organizarme a mi gusto, elegÃa el mejor espacio para trabajar y sentÃa que mi tiempo cundÃa mucho más que en cualquier oficina.
Sin embargo, no tardé en encontrar pegas, y voy a nombrarlas:
El trabajo puede llegar a ser obsesivo. Si te gusta lo que haces (y prácticamente es un requisito indispensable siendo autónomo) es fácil que se convierta en una obsesión. Cuando tu casa, un espacio tÃpicamente para la relajación, el cuidado y el descanso, pasa a ser tu espacio de trabajo, de motivación, de actividad, es posible confundir el espacio y su propósito, y perder los lÃmites de lo personal y lo profesional.
La soledad puede llegar a pesar. Me encanta lo que hago, y no me importa pasar largas horas concentrado. Sin embargo, llega un punto en que perder el contacto social durante tanto rato, puede sentirse como una carencia o como que algo está mal. Sobretodo si se tiene un trabajo que el contacto con los clientes es muy limitado; diferente es en los autónomos que requieren de un contacto directo.
La saturación es previsible. Este punto también depende del espacio que se disponga. En mi caso, que vivo en un piso pequeño, no existe una separación tan grande entre espacios, por lo que finalmente todo el hogar termina siendo uno. Cuando las actividades cotidianas se mezclan, y no recibimos diferentes impulsos, es probable que nuestra mente y cuerpo se saturen con facilidad.
CÓMO AFRONTARLO
Para mÃ, ha habido diferentes soluciones para afrontar en qué espacios ejerzo mi dedicación siendo autónomo.
Trabajar siempre en lugares distintos. Nunca habÃa explorado tantos espacios para trabajar y concentrarse. Me gusta variar en función de lo que me apetece, y cada espacio me aporta algo distinto. Encuentro muy excitante y emocionante decidir cada dÃa dónde voy a trabajar. De hecho, me serÃa difÃcil asumir el coste de un espacio coworking (además que me limitarÃa a un único espacio) y por ello he creado una lista de #FreeLands , espacios en los que trabajar sin tener que pagar ni un euro.
Encontrar compañÃa de vez en cuando. SÃ, hay mucha gente en la misma situación, dispuestos a encontrar espacios comunes y compartir dedicación y experiencias. ¡Para mà es una bendición tener a tantos "compañeros de profesión"!
Solo trabajo desde casa en dÃas puntuales. Hay dÃas que tengo un estado de ánimo más bajo o que simplemente mi cuerpo me pide un mayor descanso, y agradezco enormemente poder trabajar desde mi habitación o incluso el sofá. Son dÃas de espacial mimo en los que la productividad queda en un segundo plano.
Y tú, ¿te has encontrado en una situación parecida? ¿Te ha supuesto un reto adaptar el espacio de trabajo siendo autónomo?